domingo, 30 de septiembre de 2018

Comentario al Evangelio del XXVI Domingo del Tiempo Ordinario (30 de Septiembre del 2018)

Evangelio del XXVI Domingo del Tiempo Ordinario
30 de Septiembre del 2018
Evangelio Segùn San Mc 9, 38-43.45.47-48

Juan le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que hacía uso de tu nombre para expulsar demonios, y hemos tratado de impedírselo porque no anda con nosotros."
Jesús contestó: "No se lo prohíban, ya que nadie puede hacer un milagro en mi nombre y luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está con nosotros.
Y cualquiera que les dé de beber un vaso de agua porque son de Cristo, yo les aseguro que no quedará sin recompensa."
"El que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, sería mejor para él que le ataran al cuello una gran piedra de moler y lo echaran al mar.
Si tu mano te está haciendo caer, córtatela; pues es mejor para ti entrar con una sola mano en la vida, que ir con las dos a la gehenna, al fuego que no se apaga.
Pues es mejor para ti entrar cojo en la vida que ser arrojado con los dos pies a la gehenna.
Pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga.

1.¿Què nos quiere decir Marcos en este Evangelio?

El evangelio de hoy contiene dos partes o subsecciones: 9,38-41 y 42-48 cuya autonomía literaria es evidente. 

El texto de la primera parte comienza algo sorpresivamente con una especie de "interrupción" del apóstol Juan quien habla a Jesús en nombre de los discípulos. No se ve claramente la relación de Mc 9,38-41 con lo anterior ni con lo que sigue, por ello se puede asumir que se  trata de una unidad independiente que Marcos conservó tal como se encontraba y la incrustó en este lugar. 

Ahora bien, lo que Juan informa a Jesús es que han visto a "uno" - que permanece anónimo -, expulsando demonios en su nombre y no es de sus seguidores; y por ello trataron de impedírselo. Se utiliza el verbo akolouzeō (akolouqe,w = seguir) que es propio de los discípulos; por tanto se lo excluye por no ser discípulo-seguidor de Jesús. 

Si bien Jesús nunca invocó su nombre al realizar sus exorcismos y curaciones, en el libro de los Hechos encontramos que los apóstoles realizan estos prodigios invocando el nombre de Jesús (cf. He 3,6; 9,34; 16,18). Al parecer era la costumbre invocar un nombre poderoso al realizar estas acciones. Por lo visto Juan piensa que no corresponde que invoque el nombre de Jesús si no pertenece al grupo de sus seguidores. 

La respuesta de Jesús es clara: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros" (Mc 9,39-40). 

En esta respuesta vemos que Jesús hace una valoración positiva de este personaje anónimo por cuanto lo invoca reconociendo el poder que encierra su nombre y, por ello, es evidente que no irá en contra, que no hablará mal de él. 

En la frase siguiente notamos que Jesús tiene un criterio todavía más abierto: el que no está en contra, está a favor. O sea que acepta diversos niveles o grados de adhesión a su persona valorándolos positivamente; mientras que considera como contrarios sólo a los que lo están abierta o explícitamente. 

El dicho que sigue avanza en esta postura maximalista por cuanto promete recompensa incluso a quien realice el menor gesto – como dar un vaso de agua – a favor de sus discípulos por el hecho de ser de Cristo. 

Este relato ofrece un nuevo ejemplo de la falta de comprensión de los discípulos, de su falta de sintonía con Jesús. Así como después del anuncio de la pasión por parte de Jesús ellos discutían sobre quién era el más grande; ahora aspiran a "tener la exclusividad sobre Jesús". 

La segunda parte agrupa una serie de cuatro dichos vinculados por tema común: el escándalo. De hecho, aunque la traducción no lo refleje del todo, el verbo "escandalizar" (skandalízomai) aparece en 9,42.43.45.47.- (Notamos que los vv. 44 y 46 se pasan por alto por una cuestión de crítica textual por cuanto faltan en los mejores manuscritos y se juzga que algunos testigos tardíos, en particular la Vulgata, los añadieron copiando 9,48). 

Recordemos que el sustantivo skándalon designaba originalmente el cierre de una trampa. En la Biblia griega (LXX) adquiere un sentido figurado: ocasión de ruina o de pecado; obstáculo con el que se tropieza. En el NT la idea original de caer en una trampa se mantiene en Rom 11,9, que cita el Sal 69,23. Fuera de este lugar, en general mantiene el sentido figurado de la LXX: ocasión de pecado, incitación a la apostasía o incredulidad. Lo que escandaliza es algo contra lo que se choca y que provoca indignación o protesta. El verbo escandalizar (skandalízomai), en voz activa, significa provocar escándalo en el sentido de ser ocasión de pecado, de caída o tropiezo, como en el caso de nuestro texto. 

Los cuatro dichos comienzan con oraciones en condicional (si alguien…si tu mano…) que se refieren a posibles situaciones de escándalo, seguidas de una acción que es preferible que suceda antes que el mismo escándalo o pecado. El primero tiene un contenido más propio mientras que los tres restantes están claramente en paralelo pues su contenido es casi idéntico. 

El primer dicho se refiere a no escandalizar a los pequeños que creen. Notamos que aquí se trata de alguien que escandaliza, que provoca escándalo por cuanto pone en ocasión de pecado o de hacer perder la fe a los "pequeños que creen". No es fácil determinar a quienes se refiere Marcos con esta expresión por cuanto es la única vez que la utiliza. En el texto paralelo de Mateo se habla por tres veces de estos pequeños (18,6.10.14) y da la impresión que se refiere a los recién convertidos, por tanto, pequeños en la fe, neófitos en la comunidad. Probablemente en Marcos se refiera también a los nuevos creyentes que todavía no han consolidado del todo su fe y, por ello, pueden perderla a causa del escándalo. Esta doble composición de la comunidad cristiana la encontramos en Corinto donde Pablo distingue entre los débiles - que son los recién convertidos y poco formados -; y los que tienen conocimiento o formación, los cuales con su libertad pueden escandalizar a los anteriores. (cf. 1Cor 8,7-13). Otros piensan, en cambio, que se refiere explícitamente a los niños, a los pequeños, pero es menos probable. 

La segunda parte del dicho señala que es preferible ahogarse en el río antes que escandalizar a los pequeños que creen. La medida nos puede parecer exagerada, al igual que los dichos siguientes cuando dicen que es preferible cortarse los miembros que pueden ser ocasión de pecado. Pero aclaremos de entrada que se trata de un modo de expresión llamado por algunos hiperbólico, el cual mediante la exageración busca llamar la atención del oyente/lector para que tome conciencia de la gravedad del escándalo. Este modo de expresión o lenguaje hiperbólico lo encontramos con frecuencia en los evangelios. J. Dupont5, teniendo en vista sus consecuencias para la ética, habla de "lenguaje simbólico" y sostiene que el mejor paralelo de este tipo de lenguaje lo encontramos en Jn 13,14 dónde Jesús manda a sus discípulos lavarse los pies unos a otros. El mandamiento es real pero se refiere a una actitud de humilde servicio que trasciende el gesto simbólico de lavar los pies.

En conclusión, justamente por tratarse una hipérbole o exageración, de un lenguaje simbólico, no puede tomarse a la letra.

Los tres dichos siguientes están en claro paralelo, como podemos ver:

Si tu mano es para ti ocasión de pecado
córtala
porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible
Y si tu pie es para ti ocasión de pecado
córtalo
porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.
Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado
arráncalo
porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena,  donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

Aquí el escándalo no viene de afuera, de un tercero, sino de la propia concupiscencia. Tenemos los miembros que pueden ser ocasión de pecado: mano, pie, ojo. Para la Biblia las manos simbolizan la obra del hombre; los pies su caminar, su andar y los ojos su deseo o proyecto. Si invertimos su orden tendríamos todo el proceso del pecado: primero el deseo o proyecto de pecar (ojo); luego la decisión de ir a pecar, de ponerse en camino hacia el pecado (pie); y finalmente el pecado como acción, como obra mala realizada (mano).

Ante la posibilidad real del pecado, Jesús manda una acción rápida y eficaz: cortar o arrancar. Sigue luego la motivación de esta acción drástica: es preferible perder uno de estos miembros que quedar fuera de la Vida o del Reino (son equivalentes) e ir a la condenación de la Gehena por mantenerlos. La Gehenna toma su nombre del valle de Ben Hinnon, al sur de Jerusalén, que con el tiempo se transformó en una especie de basural donde el fuego ardía siempre. De aquí que se haya tomado como imagen del lugar de la condenación eterna.

Por tanto, Jesús exhorta a evitar firmemente toda ocasión de pecado, con la motivación de la condenación escatológica (ser arrojado a la Gehena y quedar fuera del Reino/Vida).

2.¿Què mensaje nos trae este pasaje y què compromiso nos pide hoy, el Señor?

Mucha gente vive triste y amargada, renegando y protestando porque no ve justicia en este mundo. Les han matado a un familiar, los han encarcelado injustamente o los han expulsado de su lugar de trabajo por intrigas. Y cuantas injusticias mas podriamos decir que llenan a tanta gente de pesadumbre y las hacen resentidas y violentas. Porque cuando no ven la justicia es muy fácil caer en la tentación de volverse rencoroso y vengativo. ¿Acaso muchos guerrilleros no están ahí por un deseo insaciable de revancha ante las injusticias que han experimentado? ¿Y cuantas personas se vuelven crimninales porque la justicia no llega? ¿Existe la justicia en el mundo?¿De verdad hay justicia en el mundo? Al considerar el panorama que presenta la sociedad es fácil concluir que la justicia no existe.

Si embargo, nosotros los cristianos, tenemos como uno de los principios fundamentales de nuestra fe en creer en la justicia de Dios. Pues bien, es necesario distinguir, la justicia humana que reina en este mundo es frágil y limitada, y muy a menudo no llega o llega a mal. Pero existe otra justicia, la verdadera justicia, la justicia de Dios. Ella no falla, ella es definitiva y ante ella hemos de comparecer todos. 

Hay gente que afirma que todos nos salvaremos, lo cual significa que hagas el bien o hagas el mal, de todas maneras llegarás a la plenitud de Dios. Pero eso no es lo que nos dice la Sagra Escritura. Ella nos habla my claramente de la justicia de Dios, que ya está actuando cirtamente en el mundo, aunque aún no se ha manifestado plenamente.  Pero tengamos en cuenta esto: la justicia verdadera sólo viene de Dios. Además, Dios es el que hace justo al hombre. Nadie, realmente nadie es justo ante Dios y sólo los que se dejen justificar por El alcanzarán la plenitud que El ofrece.

El juzgará definitivamente al mundo entero: todo ser humano tendrá que responder ante el tribunal de Cristo. Dios es salvador e infinitamente misericordioso, pero El también es justo y esto quiere decir que respeta la conducta del hombre: si alguien opta por el mal, El no se lo impide, pero este optar por el mal significa rechazar a Dios mismo. Por lo tanto, quien rechaza a Dios ¿cómo puede llegar a la plenitud de Dios?

¿Cómo puede una persona que se abandona al mal, querer gozar de la misericordia y la protección de Dios?
El Nuevo Catecismo de la Iglesia dice: "El juicio final sucederá cuando vuelva Cristo glorioso... Entonces, El pronunciará por medio de su  Hijo Jesucristo, su palabra definitiva sobre toda la historia. Nosotros conoceremos el sentido úlitmo de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación, y comprenderemos  los caminos admirables por los que su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último. El Juicio Final revelará que la justicia de Dios triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte".

Por lo tanto, no es verdad que la justicia no exista y que no haya de reinar un día definitivamente y que, entonces, tantas injusticias que vemos, en este mundo serán superadas porque reinará la verdad de Dios y no las mentiras que ahora nos imprimen. Mentiras como sabemos de todo el orden, y que crean terribles injusticias. 

Entonces: "Si tu mano te está haciendo caer, córtatela; pues es mejor para ti entrar con una sola mano en la vida, que ir con las dos a la gehenna, al fuego que no se apaga.
Pues es mejor para ti entrar cojo en la vida que ser arrojado con los dos pies a la gehenna.
Pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga." ¿Qué significa cortarse la mano o el pie, o sacarse el ojo? Pues aquello que te impide ser justo con tu prójimo, debes arrancarlo de tí, aunque te duela tanto como si te cortaras el brazo o arrancaras el ojo.

3.¿Què respuesta le voy a dar hoy al Señor?
  • ¿Qué aspectos del pasaje amplían nuestra forma de comprender a Jesús?
  • ¿La fe es algo que sentimos y vivimos en privado o se expresa también como compromiso a los demás?
  • ¿Qué actitudes nos invita a adoptar el Evangelio de hoy?



Fuente: Varios Autores


Sìntesis: Jorge Mogrovejo M.

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